Buenos Aires, 14 mar (Prensa Latina) El Senado argentino inició hoy el análisis del decreto de necesidad y urgencia (DNU) 70/23, en tanto la Casa Rosada negó la existencia de diferencias entre el presidente Javier Milei y la vicemandataria Victoria Villarruel por ese tema.
Firmado en diciembre por el jefe de Estado, el DNU modifica o deroga más de 300 leyes y es criticado por diputados, políticos, analistas, sindicatos, organizaciones sociales y ciudadanos que lo consideran inconstitucional.
Entre otros aspectos, dispone el desarme de normativas como la de alquileres, abastecimiento, tierras, promoción industrial y comercial.
También aprueba la reforma del régimen laboral, apunta a la privatización de empresas públicas, modifica el Código Civil y Comercial, cambia el marco regulatorio de la medicina prepaga y las obras sociales.
La sesión en el Senado fue convocada esta semana por Villarruel tras numerosas denuncias de Unión por la Patria sobre su negativa a hacerlo.
Según medios locales de prensa, La Libertad Avanza (LLA) podría no contar con los votos suficientes para aprobar el documento y Milei corre el riesgo de ser el primer mandatario en democracia al que le rechacen un decreto, lo cual se sumaría al reciente fracaso de la conocida como Ley ûmnibus. La víspera, la Oficina del Presidente publicó un comunicado en el que expresó su preocupación «por la decisión unilateral de algunos sectores de la clase política que pretenden avanzar con una agenda propia e inconsulta, a fin de entorpecer las negociaciones y el diálogo entre distintos sectores de la dirigencia».
En el texto, el Ejecutivo reconoce la posibilidad de que el DNU sea rechazado y añade: «El gobierno nacional espera que el Poder Legislativo no se deje cautivar por el canto de sirena de quienes pretenden anotarse victorias de corto plazo».
El comunicado intensificó los rumores sobre las diferencias entre Milei y Villarruel, en tanto comenzaron los ataques en redes sociales a la vicemandataria por cuentas de seguidores de LLA.
Durante su conferencia de prensa esta mañana, el vocero presidencial, Manuel Adorni, descartó la existencia de una interna y acusó a los medios de hacer una lectura «mala y desacertada» del mensaje.
Nos sentimos sorprendidos. El comunicado fue contra toda la casta política. No hay ningún tipo de pelea ni ninguna otra cuestión que tenga que ver con un enfrentamiento con la vicepresidenta, aseveró.